UNA ARGENTINA EN FRANCIA (I)

Francia es un país que, nunca supe bien por qué, siempre fue mi sueño. Hace 7 meses que, ese sueño, es mi realidad.

 

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El dia que Argentina se jugaba el pase al Mundial me encontró en las playas de Niza

Antes de empezar a leer esto, hay que tener en cuenta que mi objetividad a veces puede ser un poco limitada. No hay que olvidar que este texto fue escrito por alguien que veía a Francia como un país en rosa, y que tuvo que trabajar muchísimo para poder venir. Y como ya sabemos, el fanatismo a veces puede cegarte.

Voy a empezar hablando de Paris, porque es un poco la puerta de entrada a Francia, el pase obligatorio.

Siempre digo jodiendo (si sos de América Latina o de España tené en cuenta que JODER en Argentina es “bromear”) que cuando era chiquita y empecé a hablar, mis primeras palabras fueron: mamá, papá, Paris. Hasta el punto en que toda la gente que me conoce veía una Torre Eiffel y me mandaban un mensaje diciendo “che vi esto y me acorde de vos”. Ejemplos de mi fascinación por París debo tener miles.

Y no. No tiene nada que ver con los estereotipos románticos de “Paris, la Ciudad Luz” “Paris, la ciudad del amor”. No. Ni siquiera con aquellos relacionados con la moda o el arte. No. Lo que yo quería ver era el interior de París, no lo que vemos en Google, sino más bien la vida diaria del parisino típico. Esa persona que tiene la responsabilidad y el privilegio de vivir en la ciudad más visitada del Planeta (Y, por consecuencia, la ciudad más repleta de turistas chinos que se pasean en grupos de 40 con cámaras de fotos colgando del cuello dos veces mas pesadas que ellos mismos). En fin.

Aquí estoy. Allí estuve,y allí estaré, más bien.

El primer punto que me gustaría abordar es, efectivamente, un esterotipo MUY francés .

1) PARIS, EL AMOR Y LA SENSACIÓN DE ESTAR EN UNA PELÍCULA.

¿Cuantas veces vimos en películas, el parisino tipico que coquetea con extranjeras? O bien, ¿el viaje de las dos amigas extranjeras (preferentemente yanquis) que encuentran su novio/amante/chongo bajo la agradable luz parisina?

(Carla, intentá no hacer tan evidente que viste mucho Gossip Girl) SHHH!

Pero bueno, una parte de todo esto existe.

Era mi primer día recorriendo la ciudad. Todavía tenía el shock de estar haciendo mi sueño realidad, estaba media boba, si se quiere. Me senté a comer algo en esas tipicas mesitas (tema que abordaremos más adelante) antes de seguir caminata. Estaba un poco cansada de no encontrar la entrada de la Torre Eiffel, entonces una soupe d’ognion me pareció una buena idea para reponer energías.

El mozo, treintañero, era super simpático. Me halagaba mi francés (bastante de recién llegada…) y charlamos un rato. Ese tipo de charlas que ya se volvieron casi rutina desde que estoy en Francia: de donde venís, que hacés, a donde aprendiste el idioma, bla bla. Cuando estaba por irme, se acercó con un papelito en la mano. “Te gustaría venir a tomar una copa esta noche? termino mi servicio a las 2 de la mañana” Lo escribo literalmente. Ellos no te invitan a una birra, te invitan un verre, que literalmente significa una copa. Y no terminan de laburar, ni salen del laburo, terminan su servicio. Y ahí estaba, Daniel y su numero. ¿¿¿¡¡¡QUOOOOI!!!???

Paren todo chicos. Este tipo de cosas no me pasaba en Buenos Aires, pero me estaban pasando en mi primer día en París! Que el mesero sexy francés se te acerque con un papel en la mano es el tipo de cosas normales para Serena Van der Woodsen (Okay, si, obsesionadísima con GG)

Y no Carla. No. En Buenos Aires vos sos NORMAL. No andas paseando por lugares turísticos con acento extranjero. Calm down.

El final de la historia lo cuento más adelante, en otro punto. Lo unico que adelanto es que no tenía ni boina, ni tiradores. Solamente camisa blanca y obvio, un acento muy muy sexy.

2) BARES Y RESTAURANTES CON MESAS RIDÍCULAMENTE CHICAS

Bueno, los franceses tienen que explicarme algo. No llego a entender como hacen ustedes, para usar estas mesas tan minúsculas, tan chiquitas en sus cafés, sobre todo… tan cerca unos de otros! Además, son mesas hechas solo para dos personas… pero hermano nosotros somos 3! Esto obliga a las personas a tener que susurrar para evitar que todo el mundo se entere que Remy y Coline decidieron tomarse un tiempo…

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3) PARISINOS: TERMINEMOS CON EL MITO

Normalmente, cuando un argentino se va de viaje a Europa, seguro pasa por Francia. Y seguro que pasa solo por París. Esto pasa porque la mayoría de las agencias vende solo capitales. Y la mayoría vuelve del viaje diciendo “los parisinos son antipáticos” “los franceses no te hablan otra que no sea francés” “ay los franceses esto, los franceses lo otro“. Como si Francia entera se resumiese en Paris, y como si toda la gente fuese igual. A mi me gustaría mucho que se terminase con esta pavada. La mayoría de los franceses con los que hablé (por no decir “todos”), fueron super gentiles conmigo. No sé si es porque me desenvuelvo bien en francés, pero todos han sido super amables y hasta han intentado hablarme en español cuando escuchaban mi acento.

Para mi, es mucho más fácil generalizar que conocer. Idiotas, los hay en todos lados del mundo.

Bueno, después hay que aclarar que soy porteña (habitante de Buenos Aires, la capital). Y en cierto punto, eso me hace la “parisina” de mi país. Por eso es que no puedo decir demasiado sobre ellos tampoco… allez les parisiens!

Después, si es verdad que hay ciudades que son mucho más “acogedoras” que otras, y en ese ranking París pierde por goleada.

4) EL SUBTE PARISINO: ¿ESCALERA AL UPSIDE DOWN?

(Si. Acabo de terminar de obsesionarme con Stranger Things)

Nunca vi un metro con tanta cantidad de escalones. El subte parisino está tan bien conectado y tiene tantos años encima que, a veces, si toca hacer combinación, terminamos bajando una cantidad de escaleras in ter mi na ble (o subiéndolas, que es peor). El tipo de ejercicio forzado que te recuerda que nunca cumpliste eso de que el lunes arrancabas el gym. O la dieta. O ambas. Básicamente se necesitan las gambas de Maradona y no estar apurado, porque las conexiones llevan sus buenos minutos entre que subís, bajás, te perdés y encontras la salida.

Si mal no recuerdo, creo que fue en la estación Abbesses, que me empecé a preguntar si en lugar de ir a tomar el subte no estaba yendo a extraer petroleo.

5) LOS TURISTAS Y EL ACOSO CALLEJERO

Si hay algo en Europa que tengo para criticar, es el acoso callejero por parte de los vendedores en la calle. En Paris en particular, lo encuentro altamente insoportable. Nisiquiera podes mirarlos porque te van a perseguir, palo de selfie en una mano y el spinner en la otra. Eso una vez que sobreviviste al “five for one euro” de las Torres hechas llavero.

En Montmartre, tuve que gritarle de forma agresiva “SOLTAME” a un vendedor que me había agarrado del brazo. Le había dicho varias veces “non, merci”, no me quería escuchar hasta que me agarró del brazo para mostrarme lo que el vendía. No entienden el “No”.

Hay seguramente gente que va a pensar “Si, pero es su trabajo, estan desesperados y vos de vacaciones”. Lo entiendo, pero no es la forma. Siempre vale aclarar que en Buenos Aires, estudié y trabajaba en el Turismo, en el último tiempo para el Gobierno de la Ciudad. Es por esto que, siendo la ciudad más visitada del planeta, Paris debería tomar más cartas en el asunto para evitar este tipo de situaciones que en definitiva, incomodan a la persona que viene a conocer. Ni en el mismísimo barrio de Once, principal representativo de las ventas callejeras e ilegales, ví tal acoso.

6) CHAU WHATSAPP, HOLA SMS (DE NUEVO)

Una cosa que nunca entendí y que me pareció una locura cuando la descubrí, es que los franceses no usan WhatsApp. Aquellos que sí, o que lo conocen (porque me ha pasado que ni siquiera lo han escuchado nombrar) son aquellos que se fueron de intercambio en Erasmus o que viajaron y que quieren seguir en contacto con sus amigos en el exterior. En Argentina, todo el mundo usa WhatsApp, los sms dejaron de existir hace como 10 años aproximadamente.

De todas maneras, con el tiempo fui entendiendo que eso se debe a los forfaits tienen acá en Francia, los planes de telefonía. Todas las empresas tienen un plan el cual incluye “appels et sms ilimités” o sea, llamadas y sms gratis e ilimitados. Cosa que en Argentina no existe, entonces nosotros estamos obligados a usar el WA que en definitiva solo te consume Internet, que normalmente todos tenemos. Esto también explicaría el por qué hablan tanto por teléfono, algo que con el tiempo se termina volviendo molesto. Ya que en vez de mandar un mensaje, como es más rápido y practico, ellos llaman. Entonces, en el metro, en el bus, en la calle, siempre hay alguien hablando por teléfono al lado tuyo. Sin contar que la gente, para ganar tiempo, si te tiene que decir algo, te llama. Y cuando no es tu idioma nativo, el francés por teléfono puede ser verdaderamente una situación incomoda.

Volviendo al siempre viejo y conocido WhatsApp, además de mandar mensajes de voz y de poder escuchar 677 veces la voz de la persona que nos gusta, podemos mandar fotos, videos, la ubicación en donde estamos, poner estados (los que estamos todavia en la pavada bien sabemos que pueden ser indirectas…), etc.

Otra cosa no menos importante que descubrí en el último tiempo, es que con los SMS no vemos la foto de la persona. No hay foto de perfil. Entonces, ¿como le muestro a mi amiga lo bueno que está el francés con el que me estoy mensajeando si no tengo foto? Punto para WhatsApp

Y justamente es este #WhatsappGate lo que nos lleva al punto numero 1. ¿Se acuerdan de Daniel? ¿Nuestro mozo parisino, amable y sexy? Bueno, lo que Dani se olvidó de decirle a esta pequeña expatriada temporal es que en QuesoLandia, la gente no usa mucho WhatsApp. Tendría que haberle dicho que tenía que llamar directamente por teléfono. Que sorpresa la mía, cuando lo agregué, lo busqué en la lista de contactos de WhatsApp y constaté que su última conexión era hace… 2 años. Sorry Dani si todavía esperas mi llamada…

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7) ALLONS ENFANTS DE LA PATRIE…

Lo lamento, mis frenchis, pero esto les puede llegar a doler.
Conocí muchos franceses, no solamente durante mi viaje actual, también trabajando en la Oficina de Turismo en Buenos Aires. Y debo decir, que nunca escuché a un francés hablar de Francia, de la misma forma que un argentino habla de la Argentina. Los franceses tienen la reputación de ser nacionalistas, pero la realidad es que jamás escuché un francés decir “AMO FRANCIA” . Por el contrario, me cansé de escuchar franceses que bien dicen querer dejar Francia, que “odio vivir acá”, “los franceses son horribles, no soporto más esto”. En Argentina, país en crisis constante, es común escuchar que nos quejemos de nuestros eternos problemas, pero jamás escuché a alguien decir que no quisiera ser argentino o que se iría del país simplemente porque no le gusta. Y ellos se sorprenden un poco: Me encanta ver la cara de sorpresa que me ponen cuando me preguntan que significa mi tatuaje y les respondo “es una frase del himno de Argentina, liberté liberté, liberté

Para resumir: Nunca escuché un francés hablar de Francia con el amor y el orgullo con el que yo (por lo menos yo) hablo de Argentina.

8) CARO, CARO, CARO! TODO ES CARO!

Todo es caro en Francia. Los primeros días, llegué a pagar 14€ una simple sopa de cebollas (Merci Daniel). Pagué 40€ un taxi ida y vuelta en Lille (por 10 minutos de viaje). Lo más triste de todo esto, es que no me parecía caro! Por suerte, después me fuí 2 meses de viaje por lo que yo llamo Europa Latina (España, Portugal e Italia) y ahí entendí que los precios, son una locura.

Entonces, el consejo más grande que puedo dar es que si van a irse de viaje, haganlo empezando por Francia, dirección a los países baratos, es decir, de este a oeste. Así la diferencia de precios duele menos.

Si lo hacen a la inversa, como en mi caso, que tomé un vuelo desde el norte de Portugal hacia el sur de Francia, entonces respiren, convenzanse de que la plata no es más que un papel con un número yyyyy que les sea leve! La diferencia puede ser dura! (Sobre todo cuando en Portugal pagás una cerveza 0.50 centavos, y en Paris, 5€)

Cuando pueda, voy a subir la segunda parte. Mientras tanto, si les interesa pueden leer el artículo original en : https://paulinescobar.wordpress.com/2017/07/14/une-argentine-en-france-partie-1/.

À bientôt !

Un comentario Agrega el tuyo

  1. peruyfrancia dice:

    Con 10 años viviendo en Francia te puedo asegurar que los franceses no «odian» su pais, digamos que no son tan «chauvinistas» como lo somos en América Latina… es verdad que no cuelgan banderas los 14 de julio, que no cantan el himno en los colegios pero todo el tiempo te hablan de sus maravillosos quesos, vinos, monumentos, el caracter «râleur» y todo lo que un ser humano puede demostrar como amor por su tierra…. y es verdad, Paris no es Francia. Un abrazo

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